RED BULL X-ALPS
Es posible que la Red Bull X-Alps sea la carrera de aventura más dura del mundo.
Los participantes tienen que atravesar un terreno extremo a pie o en parapente, a lo largo de 1138 kilómetros desde Salzburgo (Austria) hasta Mónaco. Para lograrlo se necesita una gran pericia con el parapente, una resistencia extrema y una buena planificación táctica. Algunos de los participantes recorren hasta 100 kilómetros a pie con el parapente a la espalda, subiendo miles de metros en altura.
El progreso de los 30 participantes se sigue con tecnología de seguimiento en vivo y se retransmite a millones de personas. La carrera de 2017 cubrió siete etapas en siete países. El pistoletazo de salida se produjo en Austria y desde ahí, la carrera pasó por Eslovenia, Alemania, Suiza, Italia y Francia.
SALEWA es el patrocinador oficial de los atletas profesionales Aaron Durogati y Paul Guschlbauer. Ambos afirman que el vuelo es clave a la hora de ganar la X-Alps y que las térmicas marcan la diferencia. Durante las fases de vuelo de la carrera, los participantes buscan con avidez las térmicas que les permitirán llegar más alto y más lejos. Para ello necesitan leer el terreno y reconocer las bolsas de aire caliente, o divisar aves de presa que también usan las térmicas.
Nos dice Paul: «La Red Bull X-Alps es la carrera definitiva. Vuelo, montaña, resistencia y táctica en el incomparable entorno de los Alpes».
La preparación también es importante. Los participantes disponen de tres meses para estudiar la ruta y esas horas de estudio sin duda marcan la diferencia. Al quemar tantas calorías, la resistencia también depende en buena parte de la alimentación. Aaron cuenta que los atletas necesitan consumir un número impresionante de calorías, el equivalente a unos 1,5 kilos de pasta al día.
En el Tour de Francia, los ciclistas disfrutan de un equipo de chefs que les cocinan la comida establecida por nutricionistas deportivos y duermen en una cama de hotel. En la Red Bull X-Alps, los atletas queman una cantidad similar de calorías. Pero sus comidas consisten en una (gran) porción de pasta con queso cocinada en su infatigable infernillo antes de echarse a dormir en una tienda de campaña. Y eso si tienen suerte. Las consecuencias de una mala nutrición son bastante extremas: en su primer Red Bull X-Alps, el atleta Tom De Dorloot perdió diez kilos durante los primeros once días.
Por desgracia, Aaron tuvo que retirarse de la carrera de 2017. Le quedaban 776 km para la meta pero, con serios dolores en la rodilla, no quiso arriesgarse a sufrir problemas mayores en el menisco. Paul llegó en un impresionante tercer lugar, con un total de 2438 kilómetros (1803 volando y 635 a pie) en 11 días, 23 horas y 23 minutos.
Deseamos a Aaron y Paul toda la suerte del mundo y las mejores térmicas para sus siguientes Red Bull X-Alps.